Paternidad y Flores de Bach

Paternidad y Flores de Bach.

Vamos a hablar de paternidad, de  estos padres que están tratando de hacer lo mejor y se sienten a veces un poco perdidos, un poco desplazados en su labor.

Las últimas manifestaciones han puesto de relieve las necesidades de las mujeres para que se reconozcan sus aportaciones en nuestra sociedad, para que se  reconozcan sus derechos.  En este artículo no quiero quitar importancia a todo lo que nos toca hacer como mujer para que nuestra situación social mejore pero creo que es importante reconocer la labor de muchos hombres que están ahi, todos los días, con sus dudas, sus errores y su amor.

La paternidad ha cambiado mucho. Por fin.

Creo que actualmente los roles de padre o madre han cambiado mucho. No es fácil ni para la mayoría de las mujeres adaptarse a las necesidades actuales ni para hombres implicados en la educación de sus hijos y cuya dedicación no se reconoce. Es una pena pero como siempre se da más fuerza  desde los medios de comunicación a unos cuantos hombres, minoritarios espero, que solamente ven la vida desde el mando y la mano dura.

En este reto de paternidad hace falta un equilibrio nuevo

Los padres tienen ahora que encontrar un equilibrio nuevo: seguir teniendo autoridad sin ser autoritarios, jugar con sus hijos sin ser su amigo, educarlos sin ser profesor, encontrar tiempo y seguir trabajando, ser hombres sin ser machos, mostrar sus emociones sin emocionarse demasiado, expresar sus sentimientos sin pasarse,…. no lo tienen fácil tampoco.

Todos estos padres también pasan por momentos emocionales complicados.

Las Flores de Bach les pueden ayudar, porque son remedios naturales y porque equilibran emociones.

Pueden ayudar a unos a expresar lo que sienten ( la agrimonia- agrimony), a bajar sus enfados ( el acebo), a desarrollar la escucha ( el brezo- heather), a compartir el mando ( la viña), y a relajarse mentalmente ( castaño blanco-white chesnut).

Una sociedad equilibrada es una sociedad con equilibrio emocional y no entiende de géneros. Unos niños felices necesitan de un padre, una madre o unos padres, unas madres felices independientemente de su género y sentirse en un entorno seguro y de amor, en el cual cada uno pueda expresar de manera sana sus emociones, sus diferencias sin que los otros lo sufran.

un abrazo

Laure Ferrié

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