La belleza del Otoño y Flores de Bach

Cuando vives en el campo, el aire que respiras es puro y no hay mas asfalto que el imprescindible disfrutas de otras cosas.

Heme aqui, sentado encima de una roca, con el sol, intenso, por sombrero y, aunque suena la melodia de algun taladro lejano, dichosa construcción, me siento bien.

Yo respeto las piedras como respeto las flores… ¿ Porqué para hacer viviendas se escogen ahora en Mataelpino, donde habito, las zonas mas rocosas ?

A mi nunca se me ocurriría ponerme a taladrar sin que me importe a quien molesto o no.

El aire mece las briznas amarillentas y me sonrío.

Nunca lo habia pasado tan bien.

Siempre sospeche que la escritura iba a ser mi tabla de expresion, pero no sabía hasta que punto.
Y ahora, que veo otros blogs languidecer y me siento a mi ahito de expresión, de escribir 1000 entradas nuevas cada dia…sonrío.

Mis perros van de un lado para otro.

Escuchan, atentos cada respiracion divina en nuestro entorno.

Estoy sintiendo la respiración de dios.

Me habla de tierras lejanas, de mundos ignotos mas alla de las colinas que mi mirada alcanza.

Que habrá allí ?

Me siento hombre medieval ante mi futuro; con ese plus ultra tan medieval, mucho antes de la cartografia mundial de Google Maps.

Repito, la vida sigue siendo un enigma: cómo algo puede ser tan bonito y tan feo a la vez.

Por aquí paso Carmen Martin Gaite, la escritora, no la he leido mucho, lo que cuenta me susurra tan familiar que me agobia.

Siento mi nalga sobre la piedra: tomorrow vendo. dos sets de flores de bach. La piedra ama la flor. La piedra, la misma poeta piedra demolida con sanadora metafora clan, clan, clan protege.

Me protege.

En ocasiones, clan, clan, clan es todo cuestion de no defenderse de las cosas. De abrirse a lo que nos dice lo doloroso, lo doloroso tambien habla, y recortarlo y pulimentarlo.

El sol plomizo, asiente y viene a refugiarse en mi regazo…hace tantos millones de años que esta ahi que busca un amigo…

Solo solito, el pobre, se siente, busca un amigo que le comprenda…Gran cabezón de fuego. Llamarada, fulgor de la manana.

Luz de luz.

Quiero estar contigo

En tu dominio astral

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